El Cuerpo Activo está formado por hombres y mujeres que voluntariamente, se unen como socios activos de la institución para la prestación de los servicios.
Luego de aprobar el curso obligatorio teórico práctico y cumplir con todos los requisitos de ingreso inicia su profesión con el grado de bombero.
Para ser bombero voluntario es necesario tener valores altruistas, abnegación y valor. Estar decidido a dedicar parte de su vida en forma voluntaria con el objetivo de servir a la comunidad.
Si bien los servicios son la cara visible de nuestro cuerpo activo, dedican tambien gran cantidad de horas a su preparación profesional y la de los materiales y unidades que deberán estar en perfecto estado de funcionamiento al momento de la emergencia.
Si queres sumarte a nuestro cuerpo activo, escribinos y enterate mas. ¡Te estamos esperando!
El cuerpo de reserva está integrado por aquellos hombres y mujeres, que luego de cumplir 25 años de servicio, tienen la posibilidad de integrar este cuerpo a perpetuidad.
Cuando realizan el pase, mantienen la condición como miembros de la institución y conservan sus jerarquías dentro del escalafón de reserva, solo dejan de tener la obligación y responsabilidad de cumplir con los servicios.
Ellos son la historia viviente de nuestro cuartel, quienes ocupaban el lugar de los que hoy formamos las filas del cuerpo activo. A ellos les debemos todo nuestro respeto, admiración.
La escuela de cadetes de Bomberos de Tigre esta formada por jóvenes entre 12 y 17 años con la vocación de ser bombero que se preparan para su futuro como bomberos.
Las actividades que desarrollan son progresivas en la medida que avanzan en edad hasta llegar al tercer nivel, que es despues de los 16 años, en el cual se desempeñan con todas las funciones de bombero a excepeción de la prestación de servicios, como un período de adaptación previa hasta cumplir los 18 años.
Si tenes entre 12 y 17 años y te interesa nuestra actividad, te invitamos a formar parte de nuestra escuela de cadetes
El cuerpo auxiliar está conformado por personas que no prestan servicios de emergencia pero colaboran con los bomberos voluntarios, aportando los conocimientos de su profesión, por ejemplo médicos, ingenieros, psicólogos, etc.